There's gonna be a loser & you know the next goal wins
"So What Game Shall We Play Today? How About The One Where You Don't Get Your Way? But Even If You Do, That's Okay."
Jamie Cullum - Get your way
De qué sirve el querer practicar una actividad seria? Merece la pena realmente molestarse a perder tu tiempo para esforzarse a mejorar en algo que amas? Últimamente éstas son las dudas que acechan mi mente.
Te preparas, entrenas, y en definitiva, aprendes. Aprendes cosas porque realmente te interesa absorber toda la información relacionada con lo que te gusta. Después tienes que demostrar lo aprendido. Lo haces, porque te lo tomas en serio, porque a nadie le gusta perder el tiempo. En otras palabras, no pierdes el tiempo porque disfrutas de ese tiempo de aprendizaje.
Y cuál es el resultado final? Pues tan simple como que cuando hay alguien por encima de tí que debe decidir si darte la oportunidad de demostrar lo aprendido, todo tu esfuerzo queda reducido a la cruel decisión de otra persona. Y en muchos casos, esa persona no te dará la oportunidad si hay alguien que, aún esforzandose menos, sea del agrado del que manda.
Y esto es así en muchos casos. Este concreto que explico ha pasado hoy. "Afortunadamente", la china no me ha tocado a mí. Pero la he sentido como si fuera propia. Ver como un compañero no recibe no solo la recompensa, sino tan siquiera la oportunidad de disfrutar de algo que te gusta, en beneficio de otros que lo han trabajado menos, duele. El que dijera que 'el que siembra recoje', quizá se equivoque (aunque equivocarse sea de sabios). No se trata de criticar al beneficiado del asunto, porque, como he comentado antes, no es decisión suya.
Aunque parezca una chorrada, vivir estos casos en tercera persona ayuda a darte cuenta de que uno de los componentes fundamentales para que esto no pase es la comunicación. Al margen de que se tenga un objetivo común, la comunicación (o falta de ella) de cada individuo dentro de un grupo refleja a largo plazo el rendimiento del mismo. En este caso concreto, se nota la falta de comunicación. Quizá porque no hay motivos para argumentar decisiones que perjudiquen al que no se lo merece. Y el problema crece si la ausencia de comunicación es bidireccional. Si el perjudicado tampoco habla, lo más probable es que todo siga igual de mal. Creo que hablar nunca ha hecho mal a nadie (siempre que se haga, como en este caso, para un objetivo común).
Si a largo plazo la comunicación no hace razonar a la imposición, es probable que pase como en la canción...
A qué vamos a jugar hoy? Qué tal si esta vez no lo hacemos a tu manera?...
Te preparas, entrenas, y en definitiva, aprendes. Aprendes cosas porque realmente te interesa absorber toda la información relacionada con lo que te gusta. Después tienes que demostrar lo aprendido. Lo haces, porque te lo tomas en serio, porque a nadie le gusta perder el tiempo. En otras palabras, no pierdes el tiempo porque disfrutas de ese tiempo de aprendizaje.
Y cuál es el resultado final? Pues tan simple como que cuando hay alguien por encima de tí que debe decidir si darte la oportunidad de demostrar lo aprendido, todo tu esfuerzo queda reducido a la cruel decisión de otra persona. Y en muchos casos, esa persona no te dará la oportunidad si hay alguien que, aún esforzandose menos, sea del agrado del que manda.
Y esto es así en muchos casos. Este concreto que explico ha pasado hoy. "Afortunadamente", la china no me ha tocado a mí. Pero la he sentido como si fuera propia. Ver como un compañero no recibe no solo la recompensa, sino tan siquiera la oportunidad de disfrutar de algo que te gusta, en beneficio de otros que lo han trabajado menos, duele. El que dijera que 'el que siembra recoje', quizá se equivoque (aunque equivocarse sea de sabios). No se trata de criticar al beneficiado del asunto, porque, como he comentado antes, no es decisión suya.
Aunque parezca una chorrada, vivir estos casos en tercera persona ayuda a darte cuenta de que uno de los componentes fundamentales para que esto no pase es la comunicación. Al margen de que se tenga un objetivo común, la comunicación (o falta de ella) de cada individuo dentro de un grupo refleja a largo plazo el rendimiento del mismo. En este caso concreto, se nota la falta de comunicación. Quizá porque no hay motivos para argumentar decisiones que perjudiquen al que no se lo merece. Y el problema crece si la ausencia de comunicación es bidireccional. Si el perjudicado tampoco habla, lo más probable es que todo siga igual de mal. Creo que hablar nunca ha hecho mal a nadie (siempre que se haga, como en este caso, para un objetivo común).
Si a largo plazo la comunicación no hace razonar a la imposición, es probable que pase como en la canción...
A qué vamos a jugar hoy? Qué tal si esta vez no lo hacemos a tu manera?...
timestamp: 200511262155
2 Comments:
Raulillo, a cada cerdo le llega su San Martín. Lo que pasa es que muchas veces cuesta que llegue. Pero lo hará y tú debes verlo.
27 noviembre, 2005 23:22
Aaaaaaaaaaaatanció amb el refrany de Sir Alex!
Espero que tengas razón, cuando juego poco me subo por las paredes, anda que si me llego a quedar los 50 minutos en el banquillo...
El pobre Manel (cierre de las Termes y entrenador de infantil escolar en el CNS) se quedó sin jugar aun entrenando los 2 días.
Life is not fair.
28 noviembre, 2005 09:51
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