Honey and the Sunlight
" When I am alone
When I’ve thrown off the weight of this crazy stone
When I've lost all care for the things I own
That's when I miss you, that's when I miss you, that's when I miss you
You who are my home"
When I’ve thrown off the weight of this crazy stone
When I've lost all care for the things I own
That's when I miss you, that's when I miss you, that's when I miss you
You who are my home"
Alexi Murdoch - Orange Sky
CATALÀ
Heus aquí que hi havia una vegada una ciutat gris, fosca. Tothom es llevava trist, amb la ment espessa de saber que el nou dia seria just igual que l'anterior. Es vestien i anaven a la feina. Treballaven colze amb colze, però sense mirar-se a la cara ni dir-se res. Callats. La rutina diària els havia transformat en éssers gens comunicatius, que miraven a terra quan es creuaven amb altres persones. El dia avançava sense esperances d'il·luminar l'ànima de ningú. El cel gris tapava les ombres d'aquells que s'atrevien a passejar al vespre, submergits en llargues gavardines que no feien altra cosa que amagar les persones que les duien. Dia rere dia.
Un bon dia, la gris, fosca ciutat va iniciar la jornada. Aquell dia, precisament aquell dia, tothom despertà amb una gota de mel al llavi inferior. Però tothom es va llevar trist, amb la ment espessa de saber que de nou, un dia més, seria just igual que l'anterior. Es van vestir i van anar a la feina. Van treballar colze amb colze, però un cop més, no es van mirar ni es van dir res. Callats. Van continuar mirant al terra quan es creuaven amb algú. És per això, que ningú s'havia adonat que aquell dia no era igual que els altres. El dia va avançar i ningú va ser capaç d'adonar-se de què, efectivament, tenien una gota de mel als llavis. Al vespre, quan el sol intentava esquivar l'etern núvol que cobria la ciutat, tot deixant entreveure un cel ataronjat que esdevenia rosat en tocar l'aigua del riu, allà, al vell pont que l'atravessava, dos persones assegudes en un banc contemplant la llum reflectida a l'aigua, es van mirar. I només ells van provar la dolçor d'aquell dia:
Amb un petó als llavis.
CASTELLANO
He aquí que había una vez una ciudad gris, oscura. Todo el mundo se levantaba triste, con la mente espesa de saber que el nuevo dia sería jutamente igual que el anterior. Se vestían e iban al trabajo. Trabajaban codo con codo, pero sin mirarse a la cara ni decirse nada. Callados. La rutina diaria los había convertido en seres nada comunicativos, que miraban al suelo cuando se cruzaban con la gente. El dia avanzaba sin esperanzas de iluminar el alma a nadie. El cielo gris cubría las sombras de aquellos que se atrevían a pasear durante el atardecer, sumergidos en largas gabardinas que no hacían otra cosa que esconder a las personas que las llevaban. Día tras día.
Un buen día, la gris, oscura ciudad inició la jornada. Aquel día, precisamente aquel día, todo el mundo despertó con una gota de miel en el labio inferior. Pero se levantaron tristes, con la mente espesa por saber que, de nuevo, un día más, sería justamente igual que el anterior. Se vistieron y fueron al trabajo. Trabajaron codo con codo, pero una vez más, no se miraron ni se dijeron nada. Callados. Continuaron mirando al suelo cuando se cruzaban con alguien. Es por eso, que nadie se había percatado de que aquel día no era igual que otros. El día avanzó y nadie fue capaz de darse cuenta que, efectivamente, tenían una gota de miel en los labios. Al atardecer, cuando el sol intentava esquivar la eterna nube que cubría la ciudad, dejando entrever un cielo anaranjado que acontecía rosado al tocar el agua del río, allí, en el viejo puente que lo cruzaba, dos personas sentadas en un banco contemplando la luz reflejada en el agua, se miraron. Sólo ellos probaron la dulzura de aquel día:
Con un beso en los labios.
ENGLISH
Once upon a time there was a grey, dark city, where everybody woke up sad, with a dense mind that made them knew the new day would be like the day before. They dressed up and went to work. They worked together, but neither no one looked each other or talked. Silent. The daily routine had made them non-communicative people, who looked down when they saw people walking in the street. The day went by with no hopes to light people's souls up. The shadows of those who took a walk in the evening were covered by the timeless grey sky, and their rain coats kept every single person hidden, every day.
One day, the grey, dark city began a new day. But that day was absolutely different. Everybody woke up with a little honey drop under their lips. But, anyway, they got up sad, with a dense mind that made them know the new day would be like the day before. They dressed up and went to work. They worked next to each other but, again, neither no one looked their jobmates or talked. Silent. They kept looking down when they saw people walking in the street. That was the reason why no one realized that day was not like any other day. The day went by and anybody didn't find out they had a honey drop in their lips. Later in the evening, when the sun was trying to escape from the everlasting cloud that covered the city, and spread an orange sky that turned up rose-coloured when the light touched the river, just there, over the old bridge, two people sitting on a bank watching the sunset light reflected in the water, looked each other. They were the only people who tasted the sweetness of that day:
With a kiss in the lips.
timestamp:200604201229
3 Comments:
que bonito el relato, pelotudo!!! oye, tus niños van bien pero son unos pelotudos y desde que te fuiste te hechan mucho en falta!! nos vemos
20 abril, 2006 14:22
Joder, que si me echan en falta... pues anda que yo a ellos.
Qué más quisiera que poder estar allí y pegarles cuatro gritos y ponerlos rectos... XD
Pero no desesperes: volveré...
20 abril, 2006 15:42
Estás inspirado eh? :) Muy bonito, y esperanzador! Hoy es otro de esos días...gris... pero deberíamos actuar como si tuviéramos día tras día miel en los labios; deberíamos vestirnos de gabardinas llamativas (como la mía verde eh? jeje); deberíamos mirar a quién se cruza con nosotros x la calle, quizá una sonrisa se aproxime...; deberíamos mirar más al cielo y, sobre todo, deberíamos frecuenciar los bancos del parque, quizá algún desconocido deje de serlo sentándose a nuestro lado :)
Menuda currada lo de traducirlo a 3 IDIOMAS (y he dicho idiomas ;))
Un petó per tú! (ja no et queda res per veure els teus nanos)
20 abril, 2006 17:39
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